Y UN TEATRO PA CUÁNDO?

Hace apenas unas semanas asistíamos en Alhama a un sinfín de eventos, todos ellos, a causa de fines de curso a consecuencia de la época estival. Obtener unas horas en el auditorio municipal o el Teatro Cine Velasco era prácticamente una utopía por la gran demanda de estos. 

Pero ya no solo eso, sino que, a la hora de utilizar dichas instalaciones, la verdad del asunto es que están bastante deterioradas y con muchas carencias. No reúnen las condiciones técnicas por anticuadas y dejadez. Es necesario algo digno con lo que poder trabajar en un escenario. Es como cuando el cuchillo no está afilado, el corte del jamón deja mucho que desear. 

Aunque parezca mentira y algunos habitantes no lo crean, la existencia de un teatro en una población es esencial, por muchas razones. Es el sitio donde no solo podemos reunirnos y sentir al unísono estados de emociones que nos trasportan a otros mundos, salir de uno mismo para convertirse en otros personajes, para sentir. 

Un teatro o auditorio es cultura, en ellos puedes conocer diferentes formas de expresarse, vernos reflejados en distintas personas, historias. 

En un teatro puedes reír y llorar, te permite empatizar con quien está en el escenario y todo ocurren en ese momento, podemos evadirnos de los problemas y las rutinas y dejarnos llevar.

Hace medio millón de años que estamos cantando, bailando, interpretando, tocando instrumentos, ese conjunto de actividades creativas que intentan conmover, crear belleza, despertar sentimientos o reflexiones. El arte es una de las características que nos distingue de los animales, y es tan importante como cualquier otra cosa. 

Ya en la prehistoria se realizaban manifestaciones artísticas del ser humano, este tomó su esplendor en la antigüedad clásica, en las grandes culturas que lo utilizaban tanto para honrar a sus dioses como para aportar grandes ideas. Porque es una manera emocionante de socializar y sanear la mente. Algo importante para que la maquinaria humana no diga hasta aquí. 

En Alhama nos merecemos un teatro en condiciones, donde todos podamos expresarnos y tengamos cabida, donde ninguna persona que quiera entrar y disfrutar de él quede fuera por falta de sitio o condiciones.

Llevamos demasiado tiempo discutiendo entre nosotros por las obras del parque de La Cubana, que si parking que si no parking, balneario, zonas verdes. ¿Y el teatro? ¿dónde lo dejamos?

Bajo mi humilde opinión y constructivamente, me gustaría que tuviéramos en cuenta la necesidad de unas instalaciones dignas de nuestra actividad cultural. Está claro que lo que suceda en este ámbito puede cambiar o educar a una sociedad.